PREPARACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Antes de la oración prepara tu alma, dice el Espíritu Santo. Esto se hará arrodillándose delante del altar o imagen del glorioso San Roque, levantando el corazón a Dios y haciendo acto de contrición más con el alma que con la boca. Después se dirá la deprecación siguiente:
Oh glorioso San Roque: reconocemos que hemos pecado contra el Cielo y contra Dios, y que la vanidad mundana nos alejó mucho de la amistad de nuestro amado Padre; y, por lo mismo, desconfiando de nuestros méritos, acudimos con razón a valernos de los de Jesucristo por tu intercesión, para que ruegues a Su Divina Majestad que a los que confesamos haber pecado contra Él y contra el Cielo, por este corto obsequio que pretendemos haceros en esta novena nos conceda lo que pedimos y deseamos, si fuere para gloria suya, honra vuestra y provecho de nuestras almas. Amén.